ACEITE DE GIRASOL
Helianthus annuus, llamado comúnmente girasol, es una planta herbácea anual de la familia de las asteráceas. Es originaria de Centro y Norteamérica y cultivada como alimento, oleaginosa y ornamental en todo el mundo.
Beneficios: El aceite de girasol está compuesto mayoritariamente por ácido linoleico, un ácido graso esencial de tipo omega 6. Además, también contiene ácido oleico (omega 9) y ácido palmítico.
Entre las cualidades del aceite de girasol cabe destacar las siguientes:
– Tiene un alto contenido en vitamina E y ácidos grasos no saturados, por lo que es perfecto para la piel, ya que la vitamina E es considerada la vitamina de la belleza, aportándole propiedades antioxidantes, que resultan de gran utilidad en un protector solar.
– Es una sustancia poco viscosa y de gran compatibilidad con la piel, que lo absorbe a la perfección, por lo que ofrece infinidad de ventajas y beneficios. Es adecuado incluso para pieles grasas, ayudando a combatir los efectos del acné, restaurando, limpiando y cuidando la dermis.
Origen: El origen del aceite de girasol se atribuye a México, aunque no fue hasta el siglo XVIII en Rusia donde se realizaron las primeras pruebas de extracción del aceite. A mediados del siglo XIX ya se empieza a comercializar como un producto apto para el consumo y para diversas aplicaciones cosméticas.
El aceite de girasol se obtiene a partir de las pipas de girasol. Las pipas se limpian una vez obtenidas y mediante el proceso de descascarillado se obtienen las semillas. Después se prensan para extraer el aceite de su interior. Las semillas utilizadas son de origen ecológico y el aceite es de calidad primera presión.